
Catamarca inaugura un nuevo modelo de gestión pública con el edificio del Tribunal de Cuentas
Será habilitado en julio y centralizará la actividad de casi 300 empleados.
La obra fue diseñada e impulsada por el propio organismo, marcando un hito en autogestión estatal.
El nuevo edificio del Tribunal de Cuentas de Catamarca, ubicado en la zona sur de la capital provincial, será inaugurado durante la primera semana de julio. La construcción, financiada íntegramente con fondos provinciales, representa un hecho inédito para la administración pública local: fue proyectada, diseñada y gestionada por el propio equipo técnico del organismo de control.
Este miércoles, el gobernador Raúl Jalil recorrió las nuevas instalaciones junto al ministro de Gobierno, Justicia y Seguridad, Fernando Monguillot, el presidente del Tribunal, Jorge Moreno, y los vocales Víctor Villarroel y Sebastián Vélez. La visita marcó un anticipo de la puesta en funcionamiento de un edificio que apunta a modernizar la gestión institucional y descentralizar el casco céntrico de la ciudad.
Actualmente, el Tribunal de Cuentas opera en seis inmuebles alquilados. Con la nueva sede, se centralizarán las funciones administrativas y técnicas de casi 300 trabajadores, lo que permitirá una optimización de recursos y una mejora sustancial en la atención al público.
El diseño del edificio estuvo a cargo del arquitecto Antonio Quinteros, quien explicó que el proyecto nació en plena pandemia y fue concebido bajo criterios de bioseguridad y sustentabilidad. Se priorizaron la ventilación cruzada, la iluminación natural y la creación de espacios abiertos para reuniones laborales.
“El edificio está dividido en dos bloques: uno sobre avenida Recalde, donde se ubican el ingreso, las mesas de entrada y áreas de atención; y otro sector, con dos plantas, que alberga las oficinas administrativas y zonas de trabajo al aire libre”, detalló Quinteros. Un nexo con servicios sanitarios, galería y un pequeño bar conecta ambas estructuras.
La infraestructura de conectividad también fue instalada por el personal técnico del organismo y todo el mobiliario fue provisto por la empresa estatal Producat. La inclusión de terrazas, patios con acceso a red y espacios de expansión laboral apunta a incorporar una lógica de trabajo moderna, adaptable y eficiente.
La nueva sede no solo consolida una mejora edilicia, sino que se presenta como un modelo replicable de gestión interna en el Estado, donde la planificación, el diseño y la ejecución son impulsados por los propios actores institucionales.